Cadenas de suministro: eficiencia, liderazgo y resiliencia
agosto 30, 2025
Escrito por: Admin L360
El rol del líder logístico hoy exige cercanía, visión estratégica y colaboración transversal para motivar equipos y anticipar riesgos.

La gestión de las cadenas de suministro enfrenta hoy niveles inéditos de complejidad. Conflictos internacionales, decisiones geopolíticas y mercados cada vez más volátiles están redefiniendo los estándares de eficiencia en la industria. En Chile, este escenario desafía a empresas de todos los tamaños a repensar sus operaciones, no solo para reducir costos, sino también para generar valor sostenible para el negocio y los clientes.
Hasta hace pocos años, la eficiencia estaba vinculada principalmente a KPIs de costos, tiempos y calidad. Hoy, las cadenas de suministro requieren visibilidad de extremo a extremo, flujos de información confiables y procesos integrados capaces de responder con agilidad. La coordinación precisa de todos los eslabones se ha convertido en un factor clave de competitividad.
Este nuevo panorama también ha elevado las exigencias hacia el talento logístico. Los líderes del sector deben anticipar riesgos, fomentar la colaboración y gestionar datos para tomar decisiones estratégicas y operativas coherentes. En un entorno donde la resiliencia es un valor esencial, el perfil del liderazgo marca la diferencia entre una cadena robusta y una vulnerable.
Eficiencia más allá de los indicadores
Para Abraham Carancio Nuñez, gerente de Supply Chain en Empresa Quipasur Ltda., la eficiencia va más allá de los estándares operativos: «Se podría decir que una cadena de suministro es eficiente cuando cumple con los estándares definidos, los famosos KPIs u OKR. Sin embargo, la verdadera eficiencia también se demuestra en la capacidad de adaptarse y responder de forma ágil y planificada a los cambios y necesidades del mercado».
En la misma línea, Mauricio Pérez Vignoli, Head of Supply Chain Latam Region para Etex Group, enfatiza que no basta con reducir costos: «Una cadena de suministro eficiente no solo debe enfocarse en reducir costos, sino que también debe agregar valor al cliente final y entregar una experiencia que permita fidelizar asegurando ventas futuras».
Carancio subraya que la eficiencia no puede desligarse de la generación de valor: «Si no somos capaces de generar valor para el negocio y para nuestros clientes, simplemente no estamos siendo eficientes». Para ello, añade, son imprescindibles la visibilidad completa, procesos integrados y equipos alineados.

Pérez resume que una cadena eficiente es aquella que logra equilibrar costos, tiempos, calidad y servicio, asegurando que los productos lleguen al cliente final en el momento adecuado, con la calidad esperada y al menor costo posible.
Liderazgo: el factor humano en la resiliencia
El liderazgo es otro de los pilares señalados por los ejecutivos. Para Carancio, los líderes deben ser colaborativos, adaptables y estratégicos, pero sobre todo cercanos a las personas: «Nada de eso funciona si no estamos conectados con los procesos y, sobre todo, con las personas. Si no somos capaces de establecer una conexión transversal, con comunicación efectiva, escucha activa y la capacidad de motivar con el ejemplo, difícilmente lograremos buenos resultados».
Pérez, en tanto, resalta que un buen líder debe inspirar e innovar en entornos complejos: «Es esencial la capacidad de liderar colaborativamente y en cooperación entre áreas». Además, subraya la necesidad de basar la gestión en datos y comprender la cadena como «un sistema interconectado que se debe planificar en corto y largo plazo anticipando riesgos y capturando oportunidades».

Carancio complementa: «El liderazgo real se construye desde la cercanía y el compromiso. Tener visión de negocio, capacidad de ejecución y, en definitiva, hacer que las cosas sucedan, es esencial en nuestra área».
Ambos coinciden en que fomentar la colaboración, mantener una visión compartida y promover la innovación son claves para liderar equipos en la cadena de suministro.
Decisiones estratégicas y operativas
La toma de decisiones es un componente crítico para el éxito de la cadena. Pérez explica que las definiciones estratégicas —como el diseño de la red de distribución o la adopción de tecnologías— «tendrán claro impacto en los niveles de servicio, costos de transporte, visibilidad e integración de procesos, logrando eficiencias y un desarrollo sostenible en el tiempo».
En paralelo, las decisiones operativas abarcan desde la gestión de inventarios hasta la planificación de producción y abastecimiento. «Las decisiones estratégicas marcan el camino, y las operativas aseguran que ese camino se siga con precisión. Una vez alineadas ambas capas decisorias, se logra una cadena más ágil, más rentable, más resiliente y centrada en el cliente», añade Pérez.
Carancio coincide en que el alineamiento con la visión del negocio permite anticiparse y adaptarse, reduciendo los efectos negativos de escenarios cambiantes. Pérez enfatiza, además, que toda decisión debe considerar el valor que se entrega al cliente.
Tecnología y buenas prácticas
La digitalización marca un punto de inflexión en la cadena de suministro. Carancio destaca herramientas como Business Intelligence (BI), sistemas de planificación avanzada (APS), WMS, TMS, Inteligencia Artificial y Machine Learning, que aportan visibilidad, trazabilidad y análisis predictivo: «Estas tecnologías permiten optimizar los tiempos de ejecución en tareas complejas y mejorar la toma de decisiones».
Pérez complementa: «Inteligencia Artificial, Machine Learning, Gemelos Digitales, Sistemas Integrados (WMS/TMS/YMS con ERP), RPA y Analítica Predictiva son algunas de las herramientas que ya estamos utilizando».
Ambos advierten que las buenas prácticas siguen siendo esenciales: la colaboración de equipos multidisciplinarios y la gestión enfocada en el cliente resultan indispensables, sobre todo en empresas con menor capacidad de adaptación tecnológica.
Cadenas más ágiles y resilientes
Las cadenas de suministro ya no pueden medirse solo en costos y tiempos. La capacidad de adaptarse con rapidez a entornos cambiantes, integrar procesos y mantener una visión centrada en el cliente son hoy los factores que determinan su competitividad.
Para Abraham Carancio y Mauricio Pérez, la combinación de liderazgo cercano, decisiones estratégicas alineadas, herramientas digitales y buenas prácticas colaborativas constituye la base de cadenas de suministro más ágiles, resilientes y sostenibles. Como resume Carancio: «La combinación de herramientas digitales y buenas prácticas permite tomar decisiones más rápidas, precisas y con un impacto directo en la eficiencia y competitividad de la cadena de suministro».
Lee el artículo original en la nueva edición de Logística 360 Chile, págs. 30-33: https://tinyurl.com/4s64wnay
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