En Chile, las operaciones logísticas han experimentado cambios profundos gracias a la implementación de centros de distribución (CD) inteligentes y sostenibles. Estos centros permiten optimizar la gestión de inventarios y los flujos de trabajo, y generan beneficios concretos en eficiencia, reducción de costos y sostenibilidad ambiental. La integración de tecnología, procesos y personas bajo un mismo propósito está transformando la digitalización logística en un motor de productividad, trazabilidad y rentabilidad sostenible.

“En los últimos años, los centros de distribución inteligentes han demostrado que la tecnología, bien implementada, puede mejorar simultáneamente la productividad y la sostenibilidad”, sostiene Mauricio Andrés Navia Seguel, Especialista en Operaciones Logísticas y Supply Chain.

Impacto en productividad y reducción de costos

Mauricio Navia explica que en Chile la productividad de muchas operaciones logísticas ha aumentado entre 20% y 35%, gracias a la estandarización de flujos, la depuración de datos maestros y la gestión visual diaria basada en indicadores.

“Un WMS bien configurado, junto a una planificación de layout por rotación y un control disciplinado del OTIF (On Time In Full), permite reducir tiempos de preparación, errores de picking y retrabajos”, indica.

La eficiencia energética también ha mostrado resultados relevantes. La incorporación de iluminación LED sensorizada y control HVAC inteligente genera ahorros de hasta 30% en consumo eléctrico. En transporte, la implementación de TMS con ruteo dinámico y ventanas horarias permite reducir kilómetros vacíos y emisiones de CO₂ sin afectar el nivel de servicio. Estas mejoras confirman que la digitalización logística deja de ser un gasto para convertirse en un generador real de productividad y rentabilidad sostenible.

Félix Gómez Fredes, Consultor Senior en Logística y Proyectos de Centros de Distribución, complementa esta visión: “He observado reducciones de hasta 30% en los tiempos de respuesta ante disrupciones y entre 15% y 25% en los costos logísticos totales, gracias al uso de analítica predictiva, planeación unificada y ejecución en tiempo real”. Según Gómez, estos resultados se alcanzan mediante sistemas de ejecución avanzada con WMS y TMS de clase mundial integrados al ERP corporativo.

Navia agrega que el éxito de la digitalización logística radica en combinar datos, personas y procesos bajo un mismo propósito. “En definitiva, la digitalización logística está dejando de ser un gasto en tecnología para convertirse en una fuente real de productividad, trazabilidad y rentabilidad sostenible para las empresas chilenas”, concluye.

Tecnologías clave para un CD inteligente y ecoeficiente

Navia enfatiza que la innovación más valiosa es aquella que resuelve problemas concretos y medibles. “Los sistemas WMS son el corazón del control operativo: permiten visibilidad total del inventario, optimizan la ubicación de productos y sincronizan flujos de recepción, picking y despacho”, afirma. El desempeño de estos sistemas depende de la calidad de los datos y del diseño del layout, bajo la regla 60/30/10: 60% proceso, 30% datos y 10% configuración.

Los TMS con ruteo dinámico y planificación por ventanas horarias contribuyen a reducir costos y emisiones, logrando rutas más llenas y eficientes. El uso de sensores IoT para monitorear temperatura, luz y ocupación de zonas ha permitido disminuir consumos eléctricos y mejorar las condiciones laborales.

En operaciones de mayor escala, la automatización colaborativa —como put-to-wall, cobots y sorters inteligentes— incrementa la productividad sin perder flexibilidad. Gómez Fredes agrega que tres pilares están marcando la diferencia en la conversión de un CD en un espacio inteligente y ecoeficiente: modelos de inteligencia artificial causal y predictiva, agentes generativos que interpretan datos en lenguaje natural y arquitecturas abiertas basadas en microservicios y APIs, que facilitan la interoperabilidad entre ERP, WMS y TMS y reducen el consumo energético.

Según Gómez, la operación en la nube ha permitido reducir el consumo eléctrico hasta en 40%, generando un impacto directo en sostenibilidad. Navia también destaca que los tableros de analítica en tiempo real conectados a WMS y TMS permiten identificar desviaciones operativas, mejorar la trazabilidad y tomar decisiones con información confiable.

Desafíos para integrar sostenibilidad y productividad

Navia sostiene que los principales desafíos son culturales y de gestión. “Aún persiste la idea de que la sostenibilidad encarece las operaciones, cuando en realidad bien aplicada reduce costos y mejora la eficiencia”, refiere. En Chile, los obstáculos más comunes son la falta de integración entre ERP, WMS y TMS, la escasa disponibilidad de datos confiables sobre energía y huella de carbono, y la resistencia al cambio, ya que muchos equipos perciben la sostenibilidad como un proyecto externo.

Para superar estos desafíos, las empresas aplican pilotos con indicadores claros, como kWh por metro cuadrado, CO₂ por pedido y ahorro energético por área. “Al demostrar resultados concretos en un período corto, se gana credibilidad interna y apoyo ejecutivo”, afirma Navia. La formación de mandos medios en gestión de eficiencia y economía circular resulta clave para alinear rentabilidad y propósito.

Gómez Fredes coincide: “El principal desafío es cultural. Aún persiste la creencia de que sostenibilidad y eficiencia son caminos paralelos, cuando en realidad convergen en un mismo propósito”.

Ventajas competitivas y percepción de marca

Navia explica que la sostenibilidad aporta ventajas medibles en eficiencia, diferenciación y reputación. “Una operación sostenible es más ordenada, consume menos energía y produce menos desperdicio, lo que se traduce en menor costo total”, sostiene. Empresas con métricas ambientales verificables, como CO₂ por entrega o uso de energía renovable, ganan preferencia en licitaciones y contratos B2B.

Además, los colaboradores se sienten más comprometidos al trabajar en entornos limpios, seguros y con propósito. La resiliencia también se fortalece: “Las empresas que optimizan su consumo energético y su transporte son menos vulnerables a alzas de combustible o interrupciones externas”, agrega Navia.

Gómez Fredes refuerza esta visión: “Hoy la sostenibilidad es una forma tangible de construir confianza. Las marcas que operan con eficiencia, visibilidad y bajo impacto ambiental generan lealtad tanto en consumidores como inversionistas”.

Indicadores para medir un CD inteligente y sostenible

Navia señala que los indicadores clave incluyen OTIF, exactitud de inventario, productividad por línea u operario, dwell time y efectividad global de equipos y personal. En energía, se monitorea el consumo en kWh/m² y kWh por pedido; en transporte, CO₂ por entrega y ocupación promedio de flota. “El objetivo no es solo reportar números, sino usar los datos para mejorar decisiones en tiempo real”, afirma.

Félix Gómez Fredes añade indicadores como tiempos de ciclo, productividad por hora-hombre, consumo energético por pallet y reducción de CO₂ por embarque, utilizados por operadores logísticos globales. “Estos indicadores permiten medir la madurez de un centro de distribución no solo por cuánto produce, sino por cómo produce y cuánto valor genera en su entorno”, concluye.

Integración de tecnología, sostenibilidad y cultura

Ambos especialistas coinciden en que la transformación logística depende de integrar tecnología, sostenibilidad y cultura organizacional. Un CD verdaderamente inteligente no solo automatiza procesos, sino que aprende, se adapta y mejora continuamente.

“Una cadena verdaderamente inteligente es aquella que aprende, se adapta y mejora continuamente, sin dejar a nadie atrás”, concluye Félix Gómez Fredes.

Lee el artículo completo en la nueva edición de Logística 360 Chile, págs. 18-21: https://logistica360chile.cl/nuestras-ediciones/