Chile busca retomar el comercio con las Islas Malvinas a través de Punta Arenas

marzo 27, 2025

Escrito por: Admin L360

En Magallanes estiman que la región podría ganar unos 12.000 millones de pesos chilenos (casi 12 millones de dólares) al año por comerciar libremente con las islas.

Empresarios y comerciantes de la región de Magallanes, la más austral de Chile, comienzan a ver cada vez más necesaria la normalización de las relaciones comerciales y diplomáticas con las Islas Malvinas, interrumpidas como una forma de apoyo del Gobierno al reclamo argentino por la soberanía del territorio, ocupado actualmente por el Reino Unido.

Existe una preocupación de comerciantes locales de ampliar la conexión que actualmente existe entre Punta Arenas y Puerto Argentino (Puerto Stanley, de acuerdo a la denominación británica), para que productos chilenos puedan venderse en las islas.

En Magallanes estiman que la región podría ganar unos 12.000 millones de pesos chilenos (casi 12 millones de dólares) al año por comerciar libremente con las islas.

«Retomar el comercio marítimo con las islas sería una noticia muy buena para la región de Magallanes y Antártica chilena porque el incremento de ingresos podría llegar a ser importante si es que el archipiélago se desarrolla y necesita nuevos suministros, en especial para la industria de producción de hidrocarburos que pretende instalarse en la zona», dijo César Quezada, habitante de Punta Arenas y aficionado a temas geopolíticos vinculados al sur chileno.

Quezada recordó que, hasta el año 2010, las islas «recibían cada 15 días un buque con mercadería desde Punta Arenas». Si bien señaló que no existe ninguna restricción legal para que ese comercio persista, «solo falta la voluntad de ambas partes y en especial del Gobierno de las islas y de sus comerciantes» para retomar las transacciones.

Para el especialista residente en Punta Arenas, existe una «sensación generalizada» en la región de Magallanes de que los viajes semanales entre el territorio chileno y las islas «no son suficientes» y que debería fortalecerse el comercio entre ambos territorios, de relevancia en la historia de la región sureña de Chile. «Hay que recordar que el comercio marítimo con las islas fue el permitió la llegada de las ovejas en 1876», apuntó.

«No hay ningún acuerdo firmado»

Juan Pablo Berlinger, un ingeniero estudioso de la región de Magallanes y su importancia histórica y geopolítica, comentó que a partir de 2010 Argentina determinó que «todo comercio con las islas debía tener autorización de Buenos Aires». Para evitar diferendos con Argentina, el Gobierno chileno optó por acatar la postura argentina e interrumpir el envío de suministros hacia las islas.

Berlinger remarcó que «no hay ningún acuerdo firmado entre los dos países sobre el tema» y que la postura de enfriar su vínculo con las islas fue fruto únicamente de acuerdos de palabra entre Santiago y Buenos Aires.

El experto subrayó además que «ahora Chile está más estricto» que antes en cuestiones relativas a la soberanía en el Atlántico Sur y se ha animado a dar pasos que anteriormente no, como permitir recalar durante un mes en Punta Arenas y atravesar el Estrecho de Magallanes al buque HMS Protector de la Royal Navy británica.

«Las buenas relaciones con Argentina no nos impiden tener buenas relaciones con las Islas y con el Reino Unido y si hacen escoger a Chile, no son los chilenos quienes van a perder, porque Chile no tiene por qué escoger», afirmó Berlinger.

¿Una opción contraproducente?

Quezada, de todos modos, hizo una salvedad: enemistarse con Argentina también podría traer consecuencias para la región más austral chilena.

«Argentina tiene un peso relevante en la economía de Punta Arenas, ya que cada fin de semana son miles de familias argentinas que cruzan la frontera para comprar en la capital de Magallanes, donde pueden encontrar productos más baratos a través de la zona franca», explicó.

Para Berlinger, Chile estaría en condiciones de defender su derecho a comerciar con las islas en ámbitos como la Corte Internacional de Justicia, a la que ya ha acudido en disputas con Perú y Bolivia, por ejemplo. Del mismo modo, consideró que el Gobierno de Javier Milei ha equivocado los caminos al «jugar en contra del multilateralismo» con frecuentes ataques a Naciones Unidas.

Si bien el Gobierno mantiene el apoyo al reclamo argentino de soberanía, «Cancillería no ve ningún problema en que aumente el comercio con las Malvinas», incluso a pesar de que la «difícil conectividad» no permita que la relación se incremente rápidamente.

Quezada consideró que «es posible» que el Gobierno chileno evalúe adoptar una nueva posición sobre el tema, aunque también dependerá de «que los comerciantes tanto de Punta Arenas como de las islas demuestren real interés y sean proactivos en querer recibir el comercio marítimo».

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