El Gobierno chileno, las compañías mineras y los gremios del sector se reunieron para analizar las implicancias del arancel del 50% a las importaciones de cobre anunciado por Estados Unidos. La medida fue comunicada hace 15 días por la administración estadounidense, sin precisar aún los detalles sobre los productos y países involucrados.

Aurora Williams, ministra de Minería, destacó la instancia de coordinación y señaló: «La mirada conjunta respecto del tema que es importante nos permitirá poder generar las acciones que correspondan a través de nuestro Ministerio de Relaciones Exteriores y nosotros como colaboradores activos de su quehacer».

Cobre chileno y relación con EE.UU.

Actualmente, Estados Unidos es el segundo socio comercial de Chile. En 2024, el 11,1% de las exportaciones chilenas de cobre tuvo como destino el mercado estadounidense, totalizando 5.600 millones de dólares, principalmente en cátodos y secciones de cátodos refinados.

Claudia Sanhueza, subsecretaria de Relaciones Económicas Internacionales, afirmó que se trata de «un tema país».

Por su parte, Alberto Van Klaveren, ministro de Relaciones Exteriores, señaló que hay «conversaciones en curso» con autoridades estadounidenses para abordar el anuncio de los aranceles.

«El resultado de esas conversaciones es un resultado asimétrico. Es un resultado favorable a Estados Unidos y que establece diferencia en el acceso a los mercados de los países con los cuales Estados Unidos está negociando», explicó el canciller. Asimismo, aseguró que Chile no responderá con «reciprocidad arancelaria».

Contexto comercial y antecedentes

El cobre es la principal exportación de Chile. Hasta ahora, este producto estaba exento de tarifas en el marco de la guerra comercial impulsada por Donald Trump en abril pasado. Sin embargo, Chile se ha visto igualmente afectado por los llamados «aranceles recíprocos» del 10% impuestos por la administración estadounidense.

El nuevo arancel del 50% al cobre fue anunciado oficialmente por el presidente Donald Trump el 8 de julio, con entrada en vigor prevista para el 1 de agosto. La administración estadounidense ya había anticipado en meses anteriores la posibilidad de imponer este tipo de medidas, aunque en ese momento sin entregar detalles.

Según datos del Servicio Geológico de Estados Unidos, casi la mitad del cobre consumido por ese país en el último año fue importado, siendo Chile y Canadá los principales proveedores.