En comunidades latinas de Estados Unidos, persiste el interés por adquirir vehículos eléctricos (EV, por su sigla en inglés). Sin embargo, existen barreras importantes para su adopción. Entre ellas destacan la falta de información sobre electromovilidad, el acceso a financiamiento y la limitada disponibilidad de cargadores públicos en rutas interurbanas.

La red de carga pública ha crecido significativamente en la última década. Según datos del Departamento de Energía de EE. UU., analizados por la organización Climate Central, la cantidad de cargadores públicos pasó de 30.000 en 2016 a 195.874 a enero de 2025. Estos se encuentran distribuidos en 69.679 estaciones a nivel nacional.

Infraestructura concentrada y desigual

Casi la mitad de estos puntos de carga se ubican en California, Nueva York, Florida y Texas. Son estados con alta concentración de población latina. Aun así, persisten brechas territoriales, especialmente en zonas rurales o en tramos largos de las principales carreteras del país.

Un análisis de Green Latinos identificó como obstáculo la baja disponibilidad de cargadores rápidos. Solo una cuarta parte de los instalados permiten una carga de alta velocidad, lo que limita la autonomía y confianza de los usuarios en trayectos extensos.

Cobertura limitada en carreteras

Aunque el 98 % de los desplazamientos en automóvil en EE. UU. no supera las 50 millas, la infraestructura actual no garantiza cobertura continua en todas las rutas. Estados del noreste, como Massachusetts, lideran en densidad de cargadores por cada 10 millas.

Se están implementando esfuerzos estatales y regionales para cubrir rutas clave. Entre ellos destaca la Autopista Eléctrica de la Costa Oeste, que conecta Washington, Oregón y California. También existen iniciativas en Nuevo México orientadas a fomentar el turismo mediante infraestructura EV. En Nueva York, se promueven incentivos para instalar cargadores públicos o corporativos en lugares de trabajo.

Electromovilidad y reducción de emisiones

En promedio, conducir un vehículo eléctrico reduce las emisiones de dióxido de carbono (CO₂) en un 66 % respecto a un vehículo a gasolina. Este efecto será aún mayor a medida que aumente el uso de energía limpia en la matriz eléctrica estadounidense.

Meta: un millón de cargadores nuevos a 2030

El Laboratorio Nacional de Energía Renovable de EE. UU. proyecta que para 2030 circularán 33 millones de vehículos eléctricos. Para cubrir esta demanda, el país necesitará añadir aproximadamente un millón de cargadores públicos en los próximos cinco años.