Logística inversa: de costo inevitable a ventaja competitiva
agosto 30, 2025
Escrito por: Admin L360
Más que un costo, hoy la logística inversa permite optimizar recursos, reducir pérdidas y reforzar la reputación de las empresas.

En el contexto actual, la logística inversa ha dejado de ser un proceso marginal para convertirse en un componente estratégico en la gestión de las cadenas de suministro. El aumento del comercio electrónico, el crecimiento de las devoluciones y la presión por modelos sostenibles han puesto en primera línea la necesidad de contar con procedimientos eficientes para el retorno, reutilización y disposición adecuada de productos.
En un mercado como el chileno, donde la competitividad se mide tanto por eficiencia como por reputación, la capacidad de manejar flujos inversos con precisión es un factor diferenciador.
«Una buena logística inversa permitirá reducir costos y mejorar el servicio al cliente», sostiene Yani Ibacache Farías, Encargada de Logística Inversa en Interbake Chile SPA.

Definición y alcance estratégico
La logística inversa comprende todos los procesos que permiten que un producto regrese desde el cliente hacia su punto de origen, ya sea para su reutilización, reciclaje o disposición final.
Dasni Muñoz, Directora ejecutiva de Winlog y coautora de Logifem, explica que este enfoque «no solo responde a criterios ambientales o normativos, sino que se ha convertido en una herramienta estratégica para las empresas, porque permite recuperar valor, reducir costos operacionales asociados a residuos y fortalecer la reputación corporativa frente a consumidores cada vez más conscientes».
Ambas especialistas coinciden en que integrar la logística inversa en la estrategia ya no es una opción, sino una ventaja competitiva.

Desafíos en bodegas y centros de distribución
Uno de los aspectos más complejos es la gestión física de las devoluciones. Según Ibacache, el reto es «minimizar y reutilizar las devoluciones, en el menor tiempo posible, para que estas no generen un exceso de inventario ni demanden más espacio en bodega».
Muñoz advierte que las instalaciones no siempre están preparadas para este flujo: «No es solo recibir devoluciones, es gestionar productos en distintas condiciones, muchas veces sin trazabilidad ni criterios claros».
Problemas frecuentes:
- Falta de planificación de espacio y procesos específicos.
- Productos mal rotulados o sin auditoría.
- Tiempos muy cortos para detectar errores.
La clasificación es otro foco crítico: distintos productos requieren tratamientos diferentes, lo que encarece procesos y dificulta decisiones cuando no hay indicadores que midan pérdidas o eficiencia.
Tecnología como soporte clave
El avance tecnológico está redefiniendo la logística inversa. Entre las herramientas mencionadas por Ibacache se encuentran:
- Sistemas de gestión de almacenaje (WMS).
- Identificación por radiofrecuencia (RFID).
- Inteligencia artificial y big data.
- Automatización con robots y vehículos guiados automáticamente (AGVs).
Muñoz agrega que plataformas como Outvio o ReverseLogix ya automatizan devoluciones, generan trazabilidad en tiempo real y aplican análisis predictivos que reducen costos. Estas soluciones permiten portales personalizados, automatización de RMA y conversión de devoluciones en nuevas oportunidades de venta.
Un WMS, por ejemplo, puede reducir errores en pedidos y guiar el reacondicionamiento eficiente, mientras que RFID e IoT entregan datos instantáneos sobre ubicación y estado del inventario.
En Chile, empresas del retail como Ripley avanzan hacia ERP y SGA capaces de medir tiempos de permanencia, ingresos repetidos y costos por metro cúbico, incorporando KPIs específicos para logística inversa.
Buenas prácticas para integrar la logística inversa
Para Ibacache, la inversión en tecnologías de gestión de almacenes y análisis predictivo es prioritaria, junto con comunicación con el cliente y mejora continua.
Muñoz complementa que se requiere un enfoque estructurado con sistemas especializados y políticas claras de recepción, además de definir tiempos de permanencia y aumentar auditorías en temporadas de alta demanda.
Algunas prácticas operativas incluyen:
- Reacondicionar, reparar o vender vía outlet.
- Canibalizar piezas para recuperar valor.
- Crear centros de redistribución para evitar sobrecargar el sistema.
La sostenibilidad también es clave: embalajes reciclables, flotas eficientes, rutas optimizadas y alianzas con recicladores forman parte de una visión sistémica que debe ir acompañada de una cultura de mejora continua.
Beneficios operativos, económicos y comerciales
Una logística inversa bien estructurada ofrece beneficios tangibles. Ibacache destaca:
- Reducción de costos.
- Mejora de la eficiencia.
- Optimización de inventarios.
- Fomento de la economía circular.
Muñoz agrega que la automatización y tecnologías como IA, RFID o IoT permiten trazabilidad en tiempo real, reacondicionamiento rápido y mejor uso del espacio.
Desde lo económico, los beneficios incluyen:
- Recuperación de embalajes.
- Optimización de rutas.
- Control de gastos por metro cúbico.
- Menor pérdida de mercadería.
Además, reacondicionar y vender productos o reutilizar componentes captura valor que antes se perdía.
En lo comercial, una gestión ágil de devoluciones mejora la experiencia del cliente y posiciona a la empresa como comprometida con la sostenibilidad. Cumplir con normativas como la Ley REP no solo evita sanciones, también abre oportunidades.
«La logística inversa es una inversión inteligente, rentable y sostenible», concluye Muñoz.
Lee el artículo original en la nueva edición de Logística 360 Chile, págs. 40-43: https://tinyurl.com/4s64wnay
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