El ministro de Transportes de Egipto, Kamel al-Wazir, anunció durante su reciente visita a Ruanda el desarrollo de un corredor logístico que unirá a ese país con Tanzania.

El proyecto contempla un trazo que comenzará en el puerto de Dar es-Salam, en Tanzania, pasará por un área logística y un puerto seco en ese mismo país, y llegará a un puerto seco y un área logística en Ruanda.

La medida aspira a facilitar el acceso de las exportaciones egipcias a África, así como fomentar los lazos egipcio-africanos.

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Al término de su visita a la República de Ruanda, Kamel Al-Wazir, acompañado del Embajador Nermin Al-Zawahiri, Embajador de Egipto en Ruanda, y de la delegación que acompaña a su soberanía, inspeccionó el puerto seco de Kigali.

Esta visita se produce a la luz de las directrices de la dirección política para hacer de Egipto un centro para el comercio mundial y la logística. Ello implica la ejecución de un plan integral para ampliar la conexión de los puertos egipcios con sus homólogos en los países del mundo.

Con este fin, el Ministerio de Transportes establecerá un corredor logístico que partirá del puerto tanzano de Dar es Salaam, pasando por una zona logística y un puerto seco en Tanzania, y un puerto seco y una zona logística en Ruanda, lo que facilitará la llegada de las exportaciones egipcias a los países africanos y reforzará la continuidad de las relaciones egipcias con los países africanos.

Cabe destacar el gran interés que el gobierno egipcio, representado por el Ministerio de Transportes, concede al establecimiento de una red de puertos secos y zonas logísticas en el interior de Egipto que asciende a (27) puertos secos y zonas logísticas para servir al movimiento comercial, reducir la congestión de mercancías y contenedores en los puertos marítimos, aumentar la circulación de mercancías, mejorar el nivel de los servicios logísticos prestados y reducir el elevado coste del transporte de mercancías y facilitar la circulación y la conexión de los lugares de fabricación y consumo, entre otros.

Además, reducir el impacto medioambiental negativo y el tiempo de los procedimientos efectivos de las operaciones de inspección y despacho de aduanas, lograr economías de escala en la distribución a los usuarios finales, reducir los accidentes en las redes nacionales de carreteras y ciudades, y crear oportunidades de empleo para los jóvenes.