Navieras enfrentan sobrecapacidad y baja demanda mundial
julio 21, 2025
Escrito por: Admin L360
El transporte marítimo de contenedores enfrenta una sobrecapacidad histórica en medio de baja demanda y crecientes riesgos operativos.

La industria del transporte marítimo de contenedores se enfrenta a un panorama de exceso de capacidad, baja demanda y creciente incertidumbre operativa. Solo en el primer semestre de 2025 se incorporaron 1,18 millones de TEUs (unidad equivalente a veinte pies), y se proyecta que las entregas seguirán en aumento hasta 2027.
El analista del sector marítimo portuario y logístico, Jon Monroe, advirtió: «La industria está avanzando hacia un futuro que cada vez se siente más desconectado de la realidad». Describe el entorno actual como impulsado por herramientas obsoletas y un tecno-optimismo que ignora los fundamentos económicos.
Puertos en carrera por los megabuques
Monroe señala que varios puertos estadounidenses están invirtiendo miles de millones de dólares para recibir naves entre 15.000 y 24.000 TEUs.
«¿Es esto sostenible, o incluso racional, cuando la demanda es tibia y la infraestructura terrestre no puede seguir el ritmo?», cuestiona.
Cuando no hay terreno para expandir, algunos puertos optan por ganar superficie al mar. «La solución ha sido verter más concreto en el océano, creando superficie artificial para perseguir un volumen que quizá nunca llegue», explica.
Cuatro grandes desafíos para el segundo semestre de 2025
El analista identifica cuatro «vientos en contra» que configuran un escenario complejo:
- Exceso de capacidad:
Según Alphaliner, en los primeros seis meses del año se entregaron 1,8 millones de TEUs. Podrían superar los 2 millones antes de diciembre. Se proyecta un volumen similar para 2026 y 2027.
«¿Se pasaron las líneas navieras al ordenar tantos buques?», se pregunta Monroe. - Debilidad del consumo:
La confianza del consumidor en Estados Unidos cayó en junio a su nivel más bajo en seis meses.
El gasto se vio afectado por pausas temporales en los aranceles, pero se prevé un ajuste al volver a impactar plenamente.
«Las líneas navieras deberán ajustar sus itinerarios y recurrir a cancelaciones para mantener tarifas y volúmenes», advierte. - Cambio en los orígenes de manufactura:
Decisiones como el nearshoring, reshoring y friendshoring complejizan la planificación de rutas.
«Las líneas navieras deberán seguir el flujo de la carga adonde sea que la demanda las lleve», sostiene. - Riesgos geopolíticos:
Factores como la crisis del Mar Rojo, la piratería en África Occidental, las tensiones en Taiwán y la guerra en Ucrania incrementan la incertidumbre operativa.
Estas amenazas alteran rutas y aumentan costos.
Entorno económico presionado
Monroe añade que el contexto económico global es frágil. «Los precios de la vivienda siguen inflados, las tasas de interés son dolorosamente altas y la inflación no está controlada», señala. A eso se suman despidos empresariales y temor al reemplazo por inteligencia artificial. «Muchos temen el momento inevitable en que serán reemplazados por una alternativa más rápida y barata», concluye.
¿Ajuste forzado en la industria naviera?
Monroe advierte que el sector naviero debe revisar su estrategia. Deberá reconfigurar rutas, optimizar recaladas y ajustar capacidad frente a una realidad más incierta. «La industria está siendo arrastrada por una inercia construida en tiempos de auge, pero ese auge ya no existe», advierte.
El desafío actual es corregir el rumbo antes de que el desajuste entre oferta y demanda agrave la crisis de rentabilidad.
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