Union Pacific y Norfolk Southern, dos de los mayores ferrocarriles de Estados Unidos, anunciaron un acuerdo de US$72.000 millones para combinarse y crear el primer ferrocarril de carga transcontinental del país. La operación, en acciones y efectivo, aún requiere la aprobación de reguladores antimonopolio y de la Junta de Transporte Terrestre de EE.UU.

Impacto para el sector logístico y de transporte

Los ferrocarriles de carga en EE.UU. son responsables del 30 % del transporte de mercancías por peso, de acuerdo con la Oficina de Estadísticas de Transporte. Transportan automóviles, productos minoristas, alimentos, energía, materias primas e insumos industriales.

El acuerdo anunciado es considerado el más grande en la historia del sector, que ya ha atravesado varias consolidaciones en décadas recientes. Union Pacific opera en el oeste del país, mientras que Norfolk Southern cubre las regiones del este. Su unión permitiría un servicio de costa a costa y podría incentivar nuevas fusiones entre competidores como Burlington Northern Santa Fe (BNSF), filial de Berkshire Hathaway, y CSX Corporation.

Declaraciones de las empresas

«Los ferrocarriles han sido una parte integral de la construcción de Estados Unidos desde la Revolución Industrial, y esta transacción es el siguiente paso para avanzar en la industria», afirmó Jim Vena, director ejecutivo (CEO) de Union Pacific.

Por su parte, Mark George, CEO de Norfolk Southern, destacó que «la fuerza de nuestra franquicia, nuestras soluciones diversificadas y el talento de nuestros empleados contribuirán significativamente al primer ferrocarril transcontinental de Estados Unidos».

Preocupaciones en la cadena de suministro

La posible fusión genera inquietud entre los clientes ferroviarios, quienes han cuestionado la calidad del servicio durante años. La consultora de logística Ann Warner advirtió que «las fusiones no han mejorado el servicio y han derivado en tarifas más altas».

El profesor emérito de logística y gestión de operaciones de Penn State Harrisburg, Peter Swan, coincidió en que el servicio ferroviario ha empeorado después de cada fusión.

Los analistas también señalan que una integración de esta magnitud podría ocasionar interrupciones en la cadena de suministro. «BNSF y CSX tendrán que unirse o estarán atados de manos en términos de competencia», indicó Jason Seidl, director gerente de TD Cowen.

Contexto regulatorio y antecedentes

El cierre del acuerdo podría tardar meses o incluso años. Los reguladores deberán evaluar los posibles impactos en la competencia y en la prestación de servicios.

En 2023, la Junta de Transporte Terrestre aprobó la compra de Kansas City Southern por parte de Canadian Pacific, creando una red ferroviaria que conecta Canadá, Estados Unidos y México. Sin embargo, a diferencia de aquella operación, Union Pacific y Norfolk Southern sí tienen rutas superpuestas.

Beneficios proyectados

Las compañías aseguran que la fusión optimizará la eficiencia logística. «Imagine transportar acero de Pittsburgh a California o madera desde el noroeste del Pacífico hasta el Medio Oeste sin interrupciones», señaló Union Pacific en un comunicado.

Aunque el servicio ferroviario transcontinental de pasajeros existe desde 1869 con Amtrak, la carga siempre ha requerido transferencias entre compañías. De aprobarse, esta operación sería la primera en ofrecer un servicio de carga unificado de costa a costa.