Que un puerto sea más grande en superficie no quiere decir que sea mejor que otro. El Puerto de Valparaíso así lo demuestra, pues mueve la misma cantidad de carga que otros puertos con el doble de superficie, mostrando una eficiencia y capacidad técnica altamente destacable.  

«Movemos la misma cantidad de carga que otros puertos con el doble de superficie, gracias a un modelo logístico que combina diversos elementos, incluyendo la gestión de la zona alta de Valparaíso y la colaboración con concesionarios portuarios», indicó Javiera Perales, gerente de Concesiones de Empresa Portuaria Valparaíso.

Perales señaló que, por ejemplo, el Terminal Pacífico Sur (TPS), que ocupa el Terminal 1 del puerto de Valparaíso, ha sido elogiado como uno de los puertos más eficientes de Chile.

«Aunque puede que no sea el más grande, su capacidad técnica es destacable. Sin embargo, cada terminal tiene sus propias características. Por ejemplo, el Terminal 2 maneja carga a granel, como grandes ruedas de aluminio o camiones cargados con frutas o sales. Esto muestra la diversidad de actividades dentro del puerto», explicó.

ZEAL

La ejecutiva mencionó que la «Zona de Extensión de Apoyo Logístico» (ZEAL) es un componente clave en la estrategia del puerto de Valparaíso y que esta se refiere a la zona habilitada para el despacho de camiones y la realización de trámites aduaneros y documentales antes de ingresar al puerto. 

«Este sistema agiliza el flujo de salida de los camiones con contenedores al permitir que realicen todos los trámites necesarios en una zona fuera del puerto. Una vez que el contenedor está listo para ser despachado, se baja por el «Camino La Pólvora» directamente al puerto, llegando prácticamente al pie de la nave para su carga», detalló.

Javiera Perales resaltó que la ZEAL ha sido fundamental para aumentar la eficiencia del puerto y evitar congestiones en el área del frente costero. Antes de su implementación, los camiones se aglomeraban en la avenida Argentina, generando obstrucciones y esperas prolongadas.

«Este sistema ha permitido un flujo de carga más fluido y ha contribuido al crecimiento del puerto en términos de capacidad de transferencia», añadió.

No son privados

Por otro lado, explicó que los puertos como el de Valparaíso no son privados, sino que temporalmente, por un tiempo definido, se les entrega a concesionarios para su operación. Al finalizar el contrato de concesión, la infraestructura vuelve al Estado, que luego puede entregársela a un nuevo operador privado.

«La ley establece que, al finalizar un contrato de concesión, se debe licitar nuevamente, asegurando así la continuidad operativa del puerto», acotó.

Precisó que el funcionamiento de un puerto involucra varios aspectos clave. En términos generales, las empresas portuarias administran los espacios portuarios, mientras que la operación portuaria se delega a empresas privadas a través de contratos de concesión bajo el modelo de Asociación Público-Privada.

«En el caso de Valparaíso, por ejemplo, existen contratos de concesión que asignan la responsabilidad de la operación a empresas privadas, las cuales se encargan de actividades como la manipulación de grúas y la gestión del espacio para la navegación», mencionó.

Remarcó que la Empresa Portuaria regula el cumplimiento de estos contratos y garantiza que se cumplan los indicadores de eficiencia establecidos para el puerto.

«Las concesionarias operan bajo contratos que establecen indicadores claros de rendimiento en la atención a las naves, la carga y otros aspectos del proceso portuario. Las empresas concesionarias, por su parte, son altamente especializadas y están motivadas por su propio interés en ofrecer un servicio competitivo», refirió.