En la década que va del año 2013 al 2023, las exportaciones de Chile registraron un incremento US$ 17.867 millones; en este periodo los envíos descansaron mayoritariamente en los bienes primarios de escaso valor agregado.

“La industria que requiere de un alto componente de conocimiento y de tecnología moderna y que implica la creación de mayor valor agregado, sigue estando fuera de nuestra estructura exportadora”, indicó Sergio Arancibia, doctor en Economía.

Detalló que las exportaciones totales del país pasaron de US$ 77.070 millones en el año 2013, a US$ 94.937 millones en el año 2023; es decir un incremento de 17.867 millones de dólares a lo largo de esa década.

Sin embargo, subrayó que el valor de los volúmenes del 2023 no fueron los más altos que se han reportado en la década analizada, pues en el año 2022 se obtuvieron resultados superiores, lo que refleja que no se presencia un crecimiento sostenido de las exportaciones del país.

“Estamos altamente sujetos a los vaivenes de los precios que se presentan en el mercado internacional, los cuales no siempre responden a legítimas variaciones de la oferta y la demanda, sino que muchas veces obedecen a movidas especulativas de las fuerzas dominantes en el sistema económico internacional y/o a los intereses geopolíticos de las naciones más relevantes”, explicó.

Los desafíos de exportación

Sergio Arancibia mencionó que el principal sector en el cual aumentaron las exportaciones fue la minería, que pasó de US$ 43.646 millones a US$ 53.031 millones. Por lo tanto, de esos US$ 17.867 millones en que se incrementaron las exportaciones, US$ 9.385 millones, más de la mitad, tuvieron lugar en el sector minero. 

Dentro de esa producción minera, el cobre pasó de US$ 39.891 millones a US$ 43.433 millones, es decir, un aumento de US$ 3.542 millones, precisó. Dentro de esas exportaciones de cobre, la venta de cátodos disminuyó y la de concentrados aumentó. 

Otro producto que presentó un incremento sustantivo de sus exportaciones fue el litio, cuyas ventas externas pasaron de US$ 225 millones en el 2013, a US$ 5.430 millones en el 2023. 

En lo que respecta a las exportaciones agrícolas, pecuarias y pesqueras, el incremento de las exportaciones fue de 1.333 millones de dólares, al pasar, en la década analizada, desde US$ 5.647 millones a US$ 7.000 millones.

“Sin embargo, exportaciones de las uvas, manzanas, peras, arándanos y kiwis disminuyeron, siendo las cerezas casi la única fruta que aumentó sus exportaciones, al pasar de US$ 392 millones a US$ 2.337 millones –un aumento de US$ 1.945 millones–“, detalló en una columna publicada en El Mostrador.

En el campo de los bienes industriales aumentaron las exportaciones de salmón, en US$ 3.351 millones, y las de óxido de molibdeno, que aumentaron en US$ 1.401 millones. También aumentaron las exportaciones de metanol, en US$ 335 millones, al pasar de US$ 56 millones a US$ 335 millones en los años analizados.

“Disminuyeron, sin embargo, nuestras embriagadoras exportaciones de vino embotellado, que pasaron de US$ 1.483 millones a solo US$ 1.256 millones”, dijo.

Advirtió que la suma de las exportaciones de los bienes mencionados representó el 88% del incremento en las exportaciones chilenas a lo largo de la década analizada, lo que muestra que el aumento de las exportaciones descansa en forma sustantiva en los productos primarios de escaso valor agregado.

“Nuestras exportaciones aumentaron en valores absolutos, a lo largo de la década analizada –lo cual no es malo–, pero la composición de las mismas sigue mayoritariamente descansando en los bienes primarios”, resalto.

Ello obedece, en no pequeña medida, a que la política económica interna y externa no ha tenido en su horizonte la industrialización, y “el mercado, por sí solo, parece no estar en condiciones de hacernos ese regalo”, subrayó.