El aumento de las tarifas de transporte naviero internacional, que han alcanzado el 180% en los últimos meses, no vislumbra que vaya a revertir en el futuro próximo sino que seguirá en ascendencia.

De acuerdo con el ingeniero civil Alejandro Tudela Román, académico de la U. de Concepción y experto en gestión del transporte, estos aumentos tienen su origen en factores geopolíticos globales, fuera del alcance de gestión de la economía chilena, como los actuales conflictos en el Mar Rojo y el Canal de Suez, además de nuevas normativas para las emisiones de carbono impuestas por la Unión Europea (UE).

En este contexto, el actual presidente del directorio de Puertos de Talcahuano, Doctor en Ingeniería (Leeds University), indicó cuáles son los impactos en la cadena de suministro, en los costos de transporte y de los productos de este escenario turbulento que reviste al transporte marítimo.

«Siendo una economía donde muchos de los insumos y bienes son importados, las acciones que toman terceros en los diferentes eslabones de la cadena logística nos afectan, ya sea positiva o negativamente. El precio de insumos y bienes importados en Chile es el resultado de la agregación del precio en el lugar de origen, más el costo de transporte. Por ejemplo, si en los países desde los cuales importamos bienes hay aumentos en los costos de producción, ya sea por políticas internas o factores exógenos, entonces esto se reflejará en el precio final de dichos bienes en Chile», refirió.

Asimismo, agregó que si los costos de transporte se ven incrementados, ya sea por conflictos bélicos, condiciones climáticas, o problemas con las empresas que prestan esos servicios, eso también afectará los precios locales de venta.

«Esto incluye los aspectos de la logística nacional, donde el precio final incluye cómo operamos los eslabones de la cadena a nivel local», dijo.

Medidas para la Administración de Infraestructura

Alejandro Tudela Román agregó que los costos logísticos y de transporte en Chile afectan no solo los precios de venta de bienes importados, sino que también los precios finales de las exportaciones puestas en los lugares de destino.

Frente a ello, subrayó que se debe seguir avanzando en la optimización de los procesos logísticos, tendiendo a una mayor digitalización, pero también en optimizar la red de transporte, tal que los costos finales de los bienes sean los menores posibles.

«Estas mejoras incluyen la potenciación de los modos y las redes que resultan más eficientes, tanto en términos económicos, ambientales y sociales. Lo que debe considerar el desarrollo de las inversiones que sean necesarias, en las redes ferroviarias y camineras, terminales intermodales y sistema portuario. Además de los ajustes en los marcos legales que regulan el sector», detalló.