Chile tenía hasta la década de 1970 una extensa red ferroviaria en el norte y sur del país. Sin embargo, durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), se desarticuló para priorizar el transporte por carreteras.

Con 140 años de historia de ferrocarriles recientemente cumplidos, el país más largo del mundo, con 4.300 kilómetros de costa, quiere revivir el uso del tren.

Como parte de este plan, se inauguró en enero de este año un nuevo tramo de la línea ferroviaria entre la capital y la ciudad de Curicó, en el sur del país. Esta inauguración se hizo con la novedad que significó el tren considerado por las autoridades como el más rápido de Sudamérica.

Ya en abril del año pasado habían sido presentadas las primeras de estas máquinas fabricadas en China por la empresa CRRC Sifang. 

El tren, que alcanza una velocidad de 160 kilómetros por hora, realizó su viaje inaugural entre las ciudades de Santiago y Curicó, a unos 195 km al sur de la capital.

Con cuatro vagones y con una capacidad total para 236 pasajeros, conecta en dos horas y tres minutos -unos 20 minutos menos de lo que tardaban los convoyes convencionales- a Santiago y Curicó, una rica zona de producción agrícola conocida por sus bodegas de vinos.

«Estamos en un momento histórico, no solamente para nuestro país sino para la región, para nuestra Sudamérica que recibe por primera vez un tren de estas condiciones para un servicio comercial», dijo el ministro chileno de Transportes, Juan Carlos Muñoz.

Estos trenes cuentan con sistemas de alimentación eléctrica y diésel de forma automática (trenes duales o BMU), lo que permite que, ante la ausencia del servicio eléctrico, puedan operar con combustible. Además es bimodal, es decir, puede operar tanto en modo eléctrico como diésel.

Asimismo, cuenta con accesos y espacios acondicionados para sillas de ruedas y para personas con movilidad reducida.

En lo inmediato, la apuesta de las autoridades es que este tren llegue en el segundo semestre de este año hasta Chillán, ubicado a 400 km al sur de Santiago, en donde el nuevo recorrido representa un ahorro de tiempo de 80 minutos.

Esto se hará una vez que se reconstruyan los puentes afectados por las inundaciones y crecidas de ríos durante los temporales del invierno austral pasado, según una publicación de El Tiempo.

Este «es un gran hito para nuestro proyecto, nuestro anhelo y de todos los chilenos de ir recuperando y mejorando nuestra red ferroviaria, queremos que los trenes tengan una ocupación recurrente», afirmó Muñoz.

Aunque Chile es el séptimo país con mayor red ferroviaria en Latinoamérica, la puesta en marcha de este recorrido supone un avance por encima de países como Argentina y Brasil que, a pesar de tener mayor extensión de este sistema, no cuentan con este tipo trenes y tienen como deuda pendiente la conexión entre sus principales ciudades.

Tren para Chile

La inauguración de este tren forma parte de un ambicioso programa del gobierno de Gabriel Boric quien, desde el inicio de su mandato, quien puso como prioridad, recuperar el uso de la infraestructura ya existente para conectar Santiago con Valparaíso y Viña del Mar a través de un proyecto que se espera esté concluido en 2030.