La volatilidad económica, la pandemia de COVID-19 y la incertidumbre geopolítica son solo algunos factores que han puesto a prueba la resiliencia en las cadenas de suministro, dentro de las que los inventarios juegan un papel crucial en las empresas.

En el panel Manejo de la Variedad dentro de la Cadena de Suministro: Productos, Inventarios y Canales de Distribución, organizado por el Consejo Nacional de Ejecutivos en Logística y Cadena de Suministro (ConaLog), Elías Sacristán, Regional Deliver Excellence Sr Manager LatAm de Kenvue, empresa con 23 mil SKU, indicó que dentro de la planeación de la demanda y la administración de inventarios existen distintos retos que ponen en jaque a las cadenas de suministro.

La exigencia del consumidor, la restricción de suministro, la escasez del talento y la digitalización son retos que ponen a prueba a las empresas para mantenerse dentro de los márgenes de inventario correctos para una operación sana.

«Una disyuntiva importante en administración de inventarios es que no sabemos qué hacer primero, o nos enfocamos en el manejo de efectivo o nos enfocamos en crecimiento, es ahí donde el inventario va a estar entre la espada y la pared. Tenemos que ser eficientes, reducir al máximo los niveles de inventario disminuir el inventario y ser más holgados en los niveles», dijo Sacristán.

Explicó que, dependiendo de la temporalidad, así como del tipo de producto, se debe planear la demanda y gestionar el inventario, es decir, este tema es multifactorial, ya que hay productos más valiosos o que generan más ventas.

«Tienes que empezar a segmentar, no nada más por valor, sino por el tipo de pronóstico y de variabilidad que tiene cada producto. Tienes que armar un modelo donde de alguna manera está impulsado por el valor que da el negocio ese producto, pero también por la variabilidad y ahí vas a empezar a segmentar, tener modelos de planeación específicamente por segmento», aseguró.

Por su parte, Alejandro Blancas, gerente de Logística de Steve Madden, aludió a un estudio de KPMG que arrojó que la experiencia omnicanal es una de las cuatro grandes estrategias para mejorar la experiencia del cliente y crear valor comercial.

En este sentido, indicó que los tres principales retos de la multicanalidad son: satisfacer a los clientes en todos los canales, integrar dichos canales y tener una experiencia consistente.

«Tenemos que hacer que la experiencia sea la misma en las diferentes canales, incluyendo los socios comerciales. La experiencia tiene que ser consistente para nuestro cliente», aseguró.

Por ello, detalló que se requiere perfilar a los clientes de cada canal de venta, ya que no todos son iguales y tienen diferentes expectativas, así como hábitos de compra.

Antonio Castro, presidente del consejo de la Asociación de Operadores Logísticos de México (AOLM), agregó que uno de los principales temas a abordar es la flexibilidad y adaptabilidad en la gestión de inventarios, pero también la optimización de los canales de distribución.

«Es uno de los valores agregados que le podemos dar a los clientes. El que sepan lo que tienen dentro de nuestros almacenes independientemente del canal de venta podamos integrarlo en un solo inventario, es uno de los retos que tenemos», dijo.

Para mantener un manejo de inventario sano, los panelistas argumentaron que se deben integrar sistemas de información e invertir en tecnología, así como contar con personal capacitado y flexible al cambio.