La inmologística emerge como aliada clave de la distribución capilar en la era digital

mayo 23, 2024

Escrito por: Admin L360

Esta nueva realidad demanda una red logística ágil, flexible y capaz de adaptarse a las cambiantes necesidades del mercado digital.

La distribución capilar ha tomado un notorio protagonismo a raíz del frenético ritmo del e-commerce, pues es la responsable de llevar hasta el consumidor final los productos que compran por medio del canal digital.

En esta distribución se realizan entregas de pequeñas cantidades a una multitud de destinos.

Pensemos en ello como el reparto del correo, pero a escala empresarial y con una exigencia de velocidad y precisión mucho mayor. Tal es su magnitud que, la comúnmente conocida como última milla, puede llegar a representar hasta el 50% de los costes totales del proceso de distribución.

Ello, llevado a la era del comercio online, posiciona a la distribución capilar como uno de los desafíos de mayor envergadura para el tejido económico. El volumen de envíos se ha disparado, con millones de mercancías viajando diariamente desde almacenes hacia hogares y negocios. Esta nueva realidad demanda una red logística ágil, flexible y capaz de adaptarse a las cambiantes necesidades del mercado digital.

El comercio electrónico, al alza

Para dimensionar el reto, basta con echar un vistazo a las cifras. En 2023, las ventas minoristas online a nivel mundial alcanzaron los 5,7 billones de dólares, según Statista, con un crecimiento anual del 8,1%. Se estima que, para 2025, el comercio electrónico representará una cuarta parte del total de las ventas minoristas globales.

Ante este panorama, la inmologística emerge como una aliada clave. Este concepto integra la logística inmobiliaria con la gestión de la cadena de suministro. En otras palabras, se trata de diseñar una red de almacenes y centros de distribución estratégicamente ubicados para optimizar la entrega de última milla.

Imaginemos una red de hubs urbanos, perfectamente ubicados para atender rápidamente las solicitudes de los clientes. Esto es precisamente lo que permite la inmologística: acercar los productos al consumidor final, reduciendo distancias y, por ende, tiempos de entrega.

El papel de este «tejido» de infraestructuras cobra todavía más sentido en las ciudades, ecosistemas donde, según las últimas previsiones lanzadas por la ONU, dentro de 25 años se acumulará el 68% de la población mundial.

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